¡Hola mis queridas veganitas y veganitos! Creo que estos canelones veganos puede convertirse en uno de vuestros platos favoritos.
Por las fechas que estamos ya llego tarde para explicar como hacer unos tremendos canelones de san Esteban, más que nada porque ya ha pasado el día jajaja, pero lo que sí os puedo explicar es como hacer unos canelones super ricos para cualquier domingo o festivo.
Los canelones son un primer plato de pasta rellena, cubierta con bechamel y queso rallado y gratinados. La forma de la pasta es cuadrada y se enrolla, una vez hervida, sobre si misma (con un poco de relleno en medio) para darle forma de tubo.
Estos canelones son una versión veganizada de los canelones tradicionales de Cataluña. Aunque provienen de Italia, los catalanes modificaron la forma de cocinar el relleno. En los canelones italianos se cocina el relleno previamente picado (hacen como una boloñesa), en cambio, la manera tradicional de cocinar el relleno en Cataluña es “rostir” o asar en trozos más o menos grandes la “carne” vegetal y se pica cuando ya está listo.
Hay gente que cree que los canelones de san Esteban son fruto del aprovechamiento de la “carn d’olla” (carne de la escudella) del día de Navidad, otros muchos creen que empezaron a hacerse parar aprovechar el super “rostit de Nadal” (plato principal y super tradicional de la cocina catalana).
De Hecho, yo los hago de las dos maneras: unas veces preparo el rustido desde cero y otras veces aprovecho lo que he puesto en la escudella (pero como está hervido, lo paso todo por la sartén para hacer su correspondiente rustido y que esté todo más gustoso).
Sea cual sea su historia, la realidad es que en la mayoría de hogares catalanes, el día de San Esteban, se comen “canelons de Sant Esteve” y cada cocinera/o decide si los hace con una cosa o con la otra.
Yo creo que en Cataluña decidieron que el día de San Esteban fuera festivo para tener tiempo y poder preparar este plato… jajaja ¡me lo invento, no es festivo por eso! La verdad es, que a diferencia del resto de España, Cataluña tiene un pasado carolingio (en el siglo IX la Vieja Cataluña pertenecía al imperio fundado por Carlomagno) y mantiene ciertas singularidades en su calendario desde la edad media.
Bien, resulta que la preparación de este plato es un poco entretenido y los catalanes, gente muy de aprovechar su tiempo, cuando nos ponemos hacemos mucha cantidad y los congelamos. Una vez puestos en faena cuesta casi lo mismo hacer 20 que 50.
Consejillos importantes para unos perfectos canelones veganos:
- No poner demasiada bechamel, los canelones no tienen que estar nadando. Mejor un poquito en la base de la bandeja y otro poquito por encima, sin acabar de taparlos por completo con la salsa. Lo mejor es disfrutar del sabor de la carne vegetal rustida y que las puntitas de la pasta se tueste ligeramente.
- Si hacemos mucha cantidad y queremos congelar, podemos congelarlos acabados del todo, a falta del gratinado.
- Si los congelamos en el momento que solo es la pasta con el relleno, será más fácil ver cuantos queremos descongelar. Hacer la bechamel es un momento.
- Podemos elegir la pasta para hervir o la que está precocida y solo necesita remojo en agua caliente, yo voto por la opción de remojo, mucho más rápido y fácil.
- Ideal servirlos en cazuelitas de barro. Si no tienes puedes comprar unas entrando en este enlace.
Y ahora lo que de verdad interesa:
Detalles
18 canelones
45 minutos
60 minutos
137 kcal / canelón
Ingredientes
400g Seitán casero o comprado.
200g Heüra (carne vegetal que simula pollo).
2 Cucharadas grandes de foie gras vegano.
2 Dientes de ajos.
1 Cebolla.
1 Tomate.
2 Hojas de laurel.
1 Ramita de romero fresco o 1/2 cucharadita si es seco.
1 Vaso de vino blanco.
2 Charadas de aceite de oliva.
1 Pellizco de sal.
Queso vegano rallado, para gratinar.
2 Paquetes de pasta para canelones (mejor la precocida, aunque podéis utilizar la que hay que hervirla).
Agua para remojar las placas de pasta o para hervirlas.
Para la bechamel:
– 1 litro de bebida de soja sin azúcar o la que prefieras (que tenga un sabor muy neutro y que no sea dulce).
– 2 Cucharadas de aceite de oliva o margarina vegetal.
– 4 Cucharadas soperas (no colmadas) de harina blanca.
– Sal, pimienta blanca o negra molida y nuez moscada molida.
Instrucciones
- Pelar el tomate y la cebolla.
- Cortar a trozos medianos el seitán. La heüra (o carne vegetal que simula pollo) la dejaremos del mismo tamaño.
- Poner en una sartén, cazuela o tartera amplia las 2 cucharadas de aceite de oliva y poner los trozos de carne vegetal a que se doren ligeramente, cocinando a fuego medio.
- Añadir la cebolla cortada a gajos o trozos mal cortados, el laurel, los ajos y el romero.
- Cuando la cebolla esté a medio pochar poner el tomate pelado y cortado a trozos medianos. Rustir durante 15 minutos.
- Pasados los 15 minutos subir el calor del fuego y añadir el vino blanco.
- Mantener a fuego alto durante unos minutos para evaporar el alcohol del vino, luego bajar el calor del fuego y continuar con el rustido hasta que se consuma el líquido a la mitad o menos.
- Retirar del fuego y esperar a que se enfríe un poco.
- Retirar las hojas de laurel, el palo de la ramita de romero y pelar los ajos. Los ajos pelados los dejaremos otra vez con el rustido.
- Con una picadora, picar todo el rustido. Ojo, no pasarse, no queremos conseguir un paté sino algo con una textura un poco más gruesa.
- Mezclar la pasta conseguida al picar el rustido y mezclarlo con el foie gras vegano.
- Poner agua caliente en un recipiente grande (cuanto más grande más placas de pasta nos caben de golpe) y poner las placas a remojar siguiendo las instrucciones del fabricante. En el caso de elegir las placas de canelones que necesitan hervirse, pues proceder según instrucciones del fabricante.
- Cuando las placas estén blandas las sacamos del agua y las dejamos sobre un trapo de cocina limpio y ponemos unas cuantas más en remojo.
- Mientras esperamos que se ablanden todas podemos hacer la bechamel: ponemos las 2 cucharadas de margarina vegetal o de aceite en una ollita y la ponemos al fuego.
- Añadimos las cucharadas de harina y removemos sin parar, durante unos pocos minutos. Tenemos que cocinar la harina para que pierda el sabor a cruda sin que coja color.
- Ahora ponemos la bebida vegetal, poco a poco, al mismo tiempo que removemos con unas varillas batidoras manual. También pondremos la sal, la pimienta molida y la nuez moscada.
- Removeremos constantemente para deshacer los posibles grumos y para que no se nos enganche la salsa al fondo del recipiente.
- Esperaremos a que se espese la salsa un poco. Si no conseguimos deshacer los grumos con la varilla manual, no pasa nada, mete el turmix o batidora eléctrica de brazo, ponla en marcha y mantenla dentro hasta conseguir que la salsa se vuelva fina y un poquito espesa.
- Retira la bechamel del fuego y comprueba que esté bien de sal, añade un poquito más si hiciera falta.
- Empezamos a rellenar la pasta con el rustido picado: Para ello cogemos una placa de pasta de canelón y ponemos una pequeña porción de la carne vegetal en el centro y de manera alargada.
- Enrollamos la placa de pasta sobre si misma para formar un tubito.
- Cogemos unas cazuelitas o bandeja para horno y ponemos un poquito de bechamel en el fondo, solo un poquito, para ir acomodando los canelones ya formados.
- Precalentar el horno a 200 grados centígrados.
- Poner los canelones ja formados, en la bandeja, con el cierre hacia abajo (para que no se abran cuando los gratinemos). Los ponemos juntitos, un al lado del otro.
- Cubrir los canelones con una ligera capa de bechamel.
- Poner un poco de queso vegano rallado por encima, como acabado.
- Meter la bandeja o cazuelitas individuales en el horno, a 200 grados centígrados y con la función de gratinar.
- Sacar los canelones cuando el queso rallado adquiera un bonito color dorado.
- Servir y comer. Cuidado si los servimos en cazuelitas individuales porque mantienen mucho la calor.
Quizás os preguntéis qué número de canelones corresponden a una ración, pues en realidad existen unas cuantas variables para decidir esto: 1. Si los comemos como entrante en un restaurante o en casa, son tres canelones. 2. Si los comemos en casa de la yaya (abuela), son un mínimo de quince, jajaja. 3. Si los comemos en casa como plato principal, seis seria lo ideal, ocho según la persona, y más ya es gula.
Os dejo también la video receta, por si hay dudas:
No hace falta esperar que sea festivo para disfrutar de estos ricos canelones veganos. Si disponemos de un poquito de tiempo puedes tener este maravilloso entrante en cualquier momento. Te animo ha hacer mucha cantidad y congelarlos. Si se los das a probar a no veganos se van a quedar gratamente sorprendidos.
Espero vuestros comentarios, prometo leerlos todos. Decidme de qué os parecen mis canelones veganos. No olvidéis hacer fotitos, y si las subís a las redes sociales etiquetadme para que las pueda ver, ya sabéis @susanveggie y el hashtag #susanveggie. Adéuuuuuuu!